sábado, 20 de marzo de 2010

Bob Dylan: Blood on the Tracks


Dylan tiene las respuestas a todas las preguntas, por lo que frecuentemente me acerco a la estantería donde tengo sus discos, y frecuentemente acabo eligiendo el de los lomos granates: Blood on the Tracks, de 1975, quizás su disco más personal, quizás su disco más desgarrado. Grabado en 1974 tras su divorcio de Sara Dylan entre Nueva York y Minneapolis (donde regrabó 5 de los cortes de la sesión original neoyorkina al no estar completamente satifecho con el resultado).
Un disco completamente acústico, cuyos temas más famosos sean probablemente Tangled up in Blue y Simple Twist of Fate. Sin embargo no podemos olvidarnos de los dos que tienen la clave del álbum:
You´re a Big Girl Now


If you see her say hello


La primera es probablemente una de las declaraciones de amor más tristes y dolorosas jamás grabadas, una desgarradora súplica de reconciliación.
La segunda es una preciosa canción de resignación antes la perdida teñida de amor.

Pero a las canciones de soledad, se les une el Dylan más irónico en Idiot wind, y el Dylan narrador de leyendas en Lily, Rosemary and the Jack of Hearts.

Uno de los discos más hermosos y tristes de la historia del rock, del que con cada nueva escucha se extraen nuevos matices, de esos discos que te hacen sentir como si tuvieras un sacacorchos en el corazón, porque después de escucharlo, nada vuelve a ser igual.